Tu cuerpo cambia
independiente de ti.
No te consulta
si debe engordar.
Es un ser extraño
que tiene tu rostro
ríe en tu risa
y goza con tu sexo.
Lo alimentas
y él se queda quieto.
Lo peinas como
si te peinaras a ti mismo.
En un instante, hallas
que apenas estás
en ese cuerpo
¿Más cómo, si en él
naciste y sin él
la vida no existe?
Lo que todo indica
tú eres ese cuerpo
-que cada día
más difiere de ti.
Y hasta ya tienes miedo
de mirar en el espejo:
lento como nube
el rostro que eras
se está volviendo otro.
¿Y la erupción
que te nace en el mentón?
¿Va a desaparecer?¿expandirse
hecho sarpullido, cáncer?
¿Podrás detenerla
con antibióticos?
¿O tendrás que llamar
al cuerpo de bomberos?
Tocas la rodilla:
tú eres ese hueso.
Miras la mano:
tú eres esa mano.
La forma sentada
de bruces en la mesa
eres tú.
Quien se sienta eres tú,
quien se mueve (lleva
el cigarro a la boca,
traga, golpea la ceniza)
eres tú.
¿Más quién muere?
¿Quién dice a tu cuerpo -muere-
quén dice a él -envejece-
si no lo deseas,
si quieres continuar vivo y joven
por infinitas mañanas?
-ferreira gullar.
1 comentario:
Este me re gustó :o)
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